Los antiguos maderos de castaño procedentes del antiguo edificio así como de otros han sido recuperados a la hora de hacer las pérgolas del jardín.
En un principio se pensó que los Castaños (Castanea Sativa Miller) fueron introducidos en España por los romanos pero se han encontrado restos en Lugo con más de 8000 años de antigüedad. En la zona fueron traídos por los leoneses cuando se produjo la reconquista árabe de la zona en el Siglo XIII.
La calidad de esta madera es difícil de encontrar pues estamos hablando de unos maderos centenarios. De hecho, las pérgolas que hizo Ángel llevan ya doce años a la intemperie y en buenas condiciones. Como bien dice el refrán: "el que guarda siempre halla".
Cierto es también que la razón de utilizar madera de castaño en la zona es debido al hecho de que se trata de una madera de calidad excepcional, resistente, con una dureza media, flexible, alta durabilidad debido a su resistencia a los cambios de temperatura por su composición química con alto contenido en taninos, baja permeabilidad. Precisamente estos compuestos polifénolicos de taninos por su toxicidad la protege de ataques exteriores como hongos, carcoma o termitas.